EL DISCÍPULO Y LA IMPORTANCIA DE SU VIDA DE ORACIÓN
Un día, Jesús fue a cierto lugar para orar. Cuando terminó, uno de sus discípulos se acercó y le pidió: Señor, enséñanos a orar, así como Juan el Bautista enseñó a sus seguidores. – Lucas 11:1
Tan importante o impactante tiene que haber sido la vida de oración de nuestro Señor Jesucristo, y el efecto de esta en su persona y ministerio, que sus discípulos que le pidieron: “Enséñanos a orar (como tú).” Como buenos judíos, y algunos de ellos, ex-discípulos de Juan el Bautista, debemos pensar que no eran ignorantes acerca de la oración, pero se percataron de que en Jesús, la oración cobraba una dimensión diferente a los demás.
Si alguien podía enseñarles era Él.
Si de alguien querían ser enseñados era por de Él.
Advertencias acerca de la oración:
Mateo 6:5-8 (NTV)
5 »Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que esa. 6 Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará. 7 »Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta solo por repetir las mismas palabras una y otra vez. 8 No seas como ellos, porque tu Padre sabe exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas.”
Sin máscara, sin hacer teatro sin interpretar un papel
No tratar de impresionar a nadie con la oración.
No caer en vanas y frías repeticiones.
No orar con uno mismo
Un modelo de oración: “El Padre Nuestro” – Mateo 6:9-13
9 Ustedes, pues, oren así:
Padre nuestro que estás en los cielos:
Santificado sea tu nombre,
10 Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
[Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén].
Los elementos de la oración modelo:
Stephen Smallman en su libro The Walk nos los expone así:
1. Santificado sea tu Nombre – un tiempo para adorar y darle honor
a Dios.
2. Venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también
en la tierra – un tiempo para pedir por la expansión del gobierno de
Jesús en nuestros corazones y en el mundo, y por aquel día
cuando él venga a finalizar la obra de su reino.
3. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. – un tiempo para pedir por
nuestras preocupaciones personales, tales como el alimento, salud y
trabajo para nosotros y otros.
4. Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a
nuestros deudores – un tiempo para confesar nuestros pecados y
también para considerar las relaciones rotas y orar por restauración y
perdón.
5. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. – un tiempo para
pedir por su guía y protección mientras enfrentamos los desafíos de un
nuevo día
Tanto Jesús como los apóstoles enseñaron que la oración es un recurso poderoso en la vida del discípulo:
Mateo 17:21 - Pero este género de demonio sale solo con oración y ayuno. (RVA 2015)
Mateo 26:41 - Velen y oren, para que no entren en tentación. El espíritu, a la verdad, está dispuesto; pero la carne es débil. (RVA 2015)
Mateo 21:22 -Todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán. (RVA 2015)
Santiago 5:14-15 - ¿Está enfermo alguno de ustedes? Que llame a los ancianos de la iglesia y que oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe dará salud al enfermo, y el Señor lo levantará. (RVA 2015)
Santiago 5:16 - La oración eficaz del justo puede mucho (RVA 2015)
Efesios 6:18 - Orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos.
Hay algunos obstáculos o resistencias a la oración:
El pecado no confesado –
“Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros Su rostro para no oír.” (Isaías
59:2).
“Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría
escuchado.” (Salmos 66:18).
Pedir mal – Motivación equivocada
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros
deleites.” (Santiago 4:3).
El resistirse a perdonar
Mateo 5:23-24 “Por tanto, si has traído tu ofrenda al altar y allí te
acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda
allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces
vuelve y ofrece tu ofrenda."
Mateo 18:23-35 (leer en la Biblia)
Marcos 11:25: “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra
alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a
vosotros vuestras ofensas”.
El maltrato en el matrimonio
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la
mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida,
para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” (1 Pedro 3:7).
Falta de fe –
“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda
del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No
piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” (Santiago
1:6-7).
Falta de perseverancia en la oración
Lucas 18 1Les refirió también una parábola acerca de la necesidad de orar
siempre y no desmayar. 2 Les dijo: “En cierta ciudad había un juez que ni temía
a Dios ni respetaba al hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda la
cual venía a él diciendo: ‘Hazme justicia contra mi adversario’. 4 Él no quiso por
algún tiempo pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque ni temo a Dios ni respeto
al hombre, 5 le haré justicia a esta viuda porque no me deja de molestar; para
que no venga continuamente a cansarme’”. 6 Entonces dijo el Señor: “Oigan lo
que dice el juez injusto. 7 ¿Y Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a
él de día y de noche? ¿Les hará esperar? 8 Les digo que los defenderá pronto.
Sin embargo, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”.
El orgullo espiritual
Lucas 18: 9 Dijo también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos
como que eran justos y menospreciaban a los demás: 10 “Dos hombres subieron
al templo a orar. Uno era fariseo, y el otro, publicano. 11 El fariseo, de pie,
oraba consigo mismo de esta manera: ‘Dios, te doy gracias que no soy como los
demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni aun como este publicano.
12 Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo’. 13 Pero el
publicano, de pie a cierta distancia, no quería ni alzar los ojos al cielo sino que
se golpeaba el pecho diciendo: ‘Dios, sé propicio a mí, que soy pecador’. 14 Les
digo que este descendió a casa justificado en lugar del primero. Porque
cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.
Algunas observaciones acerca de nuestros hábitos de oración personal y congregacional:
1. Centrarnos en nosotros mismo y no en la gloria de Dios y los
intereses del Reino.
2. Cuando la oración es para cumplir con un orden o programa
instituido / predeterminado.
3. Cuando no buscamos la voluntad de Dios en oración sino que oramos
para que Dios apruebe lo que hemos hecho.
4. Cuando gastamos más tiempo enterando a los hermanos de lo que
necesitamos que diciéndoselo directamente a Dios.
5. Cuando hacemos que la oración se torne en algo cansón y aburrido:
oraciones largas, vociferantes, dándole órdenes a Dios. (Falta de
creatividad en la oración.)
Lectura recomendada:
Cómo vivir una vida de oración: 7 ejemplos de la vida de Jesús